
“Por la ternura que se atisbaba por debajo de toda esa rabia y ese dolor, una bondad prisionera a la que él apenas si podía dar salida. La mujeres siempre han sentido el impulso irresistible de rescatar a los hombres de sí mismos.”(pag.119)
“Vistas desde cerca, la mayoría de las historias de amor más conocidas son atroces, … puesto que la pasión es un espejismo, resulta coherente que siempre nos parezcan más intensas, más bellas las relaciones de los otros, antes que los amores propios; y es que de estos últimos conocemos la aspereza de lo real, mientras que la pasión ajena puede mantener intacto el embeleco. Pero cuando aproximamos el microscopio enseguida a parece, como en la gota de agua, un raro hervor de monstruos”. (pag.213)
Extractos del Libro: Pasiones: amores y
desamores que han cambiado la Historia. De Rosa Montero . Ed. Punto de
lectura.