
Todo iba muy bien en verdad, todos los días me levantaba y vigilaba su crecimiento de, observaba con entusiasmo como sus hojitas se iban desenroscando y surgían verdes y brillantes. Y así pasaron los días… como la veía hermosa y con buen tamaño, me confié en que no requería tanta vigilancia, le deje de prestar atención, y ahora mi plantita se ha transformado. Le salieron unas manchas amarillas extrañas, el tronco se volvió poroso y la tierra que la contiene se granuló de forma asquerosa, hasta se percibe maloliente, como a podrido, como ese olor a muerte, imposible de eliminar con aromatizante.
Me siento decepcionada, triste, desilusionada, fraudeada, por que por más interés y esfuerzo que puse en su cuidado y desarrollo, al final de la temporada de verano, mi plantita no pudo florecer y adornar con resplandor el interior de mi hogar.
Igual, exacta-men-te igual me siento en referencia al IFE, y a todo lo que en los últimos días he observado en los medios, a cerca del desempeño de este Instituto. DECEPCIONADA, TRISTE, DESILUSIONADA, FRAUDEADA, y no importa tanto quien gano, sino que todo el esfuerzo y dedicación por tener elecciones confiables, se tiro al bote de la basura, al bote de la basura, a donde en estos momentos me dirijo a tirar mi plantita.