miércoles, 2 de mayo de 2007

v-i-o-l-a-c-i-ó-n.


Creo que los ciudadanos mexicanos no necesitamos de pruebas forenses o hallazgos periciales para concluir que la Señora Ernestina Ascensión Rosario sí fue violada. Fue violada reiteradamente por la Procuraduría y el Gobierno del Estado de Veracruz al hacer una utilización indignante de su muerte como canje político; fue manoseada por los medios de comunicación al detallar en demasía el estado post mortem de las partes de su cuerpo; fue mancillada por la CNDH, por no esclarecer con prontitud, veracidad y sin lugar a dudas las causas del fallecimiento; fue y aún es profanada su memoria por el olvido y marginación constante en que el Gobierno mexicano tiene a las pobres mujeres indigenas de este país.