miércoles, 22 de febrero de 2006

Reflexión.

Hace un mes y medio se inundaban los titulares de la prensa, radio , y t.v nacional con la noticia de la detención de la llamada "Mataviejitas" la asesina en serie más escurridiza de los últimos 10 años en la ciudad de México. Las razones que provocaban el actuar de esta mujer, estan siendo desmenusadas por los psiquiatras que estudian el caso, que aún no arrojan un diagnóstico definitivo. Sin embargo algo que llama la atención de algunas de las deducciones que la policia, ha expresado para que el número de ancianas asesinadas haya ido en aumento (aparte de la negligencia y torpeza en las investigaciones policiacas) es aquella que refiere el argumento de la soledad y el abandono en el que tenemos a nuestros ancianos, principalmente en las grandes urbes. Hemos relegado a nuestro llamados "adultos mayores" a vivir alejados, desamparados, como seres inservibles y estorbosos, que sólo generan molestia e inconprensión.
En relación a esto, ayer y hoy leía en la prensa local de Hermosillo, la trsite noticia de dos niñas (9-13) que habian "optado" por el suicidio como solución aberrante a sus problemas. Problemas que tenían que ver con un regaño o llamado de atención por usar en exceso el internet o por no atender las tareas escolares o las recomendaciones de los padres.
Leía también, que la mayoria de las personas que consideran al sucidio como una posiblidad, lo vienen pensando con anterioridad al momento de la crisis, o son personan preponderantemente solas, que no cuentan con una buena relación con los familiares, en este caso sería con los padres.
Qué nos pasa a los seres humanos en estas épocas?, con quién nos comunicamos realmente?, a quién le platicamos nuestros temores?, nuestras inquietudes? a quién escuchamos? a quiénes les dedicamos nuestro tiempo y nuestra atención? si los lazos sanguineos no significan nada? de que estamos hechos entonces?.