jueves, 28 de julio de 2005

Estado de emergencia!!!.



Alguno(a)s de lo(a)s estudioso(a)s de los fenómenos sociológicos de nuestro tiempo coinciden en afirmar que el problema creciente de la violencia contra las mujeres, responde a un esquema multifactorial y realmente complejo, que no se limita a una clase social ni a una raza determinada.

Particularmente me ha llamado la atención el argumento en estos trabajos, de que “los hombres no saben como actuar ante el desarrollo que la mujer ha tenido en todos los ámbitos del comportamiento humano, la violencia se ha convertido entonces, en la expresión más irracional con la que demuestran su incapacidad emocional”.

Me quede pensando y preguntándome si algunos hombres verdaderamente conciben a las mujeres como un engendro del mal, que les ha robado oportunidades y los ha minorizado a un papel secundario en el terreno laboral, social y cultural. Me estremeció visualizar la menara en que ellos demuestran su confusión a través de las golpizas salvajes, de los ultrajes, las mutilaciones, las quemaduras, la intimidación psicológica que va consumiendo silenciosamente a las mujeres que tienen la desgracia de estar violentadas de forma constante.

La verdad cuesta mucho entender ese análisis, pero alguna exposición habrá que aceptar para dar respuesta al índice tan alto que existe de estos casos en el país y específicamente en el estado de Sonora. Ayer precisamente leía una nota informativa en
http://cimacnoticias.com/ con relación al estado de emergencia que hay que implantar en la entidad para tratar de aminorar el número de feminicidios. No estoy muy de acuerdo en que esto se politice, pero quiza los político(a)s son quienes tengan que promover soluciones.

La nota roja de los periódicos locales se ha invadido de notas que hablan de más de 22 casos de asesinatos de mujeres perpetrados con lujo de violencia; la situación es alarmante en la entidad y es por lo que se requiere interesarnos todo(a)s, preocuparnos y ocuparnos de esta problemática, como un estado de emergencia, no creen?.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Los políticos, los activistas, los periodistas, hombres y mujeres debemos aportar un granito de arena para que esta ola de violencia disminuya (no quiero verme muy soñadora si pongo que desaparezca). Por lo pronto y lo que está a mi alcance es exigir respeto como mujer y educar a los hijos para que no sean víctimas ni victimarios.

Anónimo dijo...

Tu artículo me pareció muy bien, yo creo que lo tuyo también es escribir, como lo es una Elena Garro, o una Angeles Mastreta, pero porque no una Carmen Boullosa, o Rosario Castellanos, que también son talentosas, al igual que Margarita Oropeza,una de las más destacadas literatas de sonora, al igual que Enriqueta de Parodi, o Inés Martínez de Castro.

A t e n t a m e n t e

El rayo de Oposura